Visitamos Aracena y la Gruta de las Maravillas

Cuando la vi por primera vez podría tener vuestra edad. Ya son más de una treintena de veces la que las he visitado y no me canso de admirarlas, contemplarlas... y siempre descubro algo nuevo.

La Gruta de las Maravillas, una gran sima de más de dos kilómetros de longitud, entre salones, lagos, estalactitas, estalagmitas, formas caprichosas que sólo la naturaleza sabe esculpir, la labor de los años ¡Miles de años! Gota a gota (las estalactitas crecen 1 cm. cada 35 años) y en una situación a lo poco misteriosa: bajo un Castillo Templario ¡El tesoro escondido!

Es tanta su belleza que ha sido escenario natural de películas como "Viaje al centro de la Tierra".

Y como me gusta volar, ecos del pasado recorren el pasadizo que comunica la fortaleza y la cueva perfecta donde ocultarse cualquier furtivo, aunque nada se sabe de las galerías ocultas, nadie las ha pisado y sólo la imaginación alcanza a verlas cuando te dicen el nombre de algunos de sus grandes salones: "La Catedral"... De sus formas "La Palmita" e incluso de su vajilla "La cristalería de Dios", tiene tanto que ver con los divino, hay tanta magia a cada paso, como si de un templo esotérico se tratase ¡La guarida de los Templarios! De hecho está bajo un castillo Templario, el Castillo de Aracena.

Y dejando los misterios de esta orden y paseando por sus calles, son tantos los diretes que hay en torno a este paraíso, que van de boca en boca, que habitan en las cabezas de todos los nacidos en Aracena, que evolucionan, cambian de ropa con el tiempo, pero que conservan la esencia, ya que nada tiene que ver con quien lo cuenta, sino con lo común del pueblo ¡La riqueza del saber popular!

Hay una estalactita y una estalagmita separadas tan solo por una gota de agua o ¿Será una lágrima? Se llama "Amor imposible".

Y como no pensar en Julianita, que tan avisada estaba de no ir a la fuente por los peligros de ser arrastrada por el duende a los abismos del agua y sin embargo, nunca quiso oírlos. Ella no sabía del poder que la arrastraba todos los días al mismo sitio, era algo tan fascinante como desconocido, una mezcla de pasión y curiosidad por lo prohibido. Y cuando sus ojos se cruzaron con la mirada del Duende ¡Abre su alma al amor, a amar y ser amada! Y se sumerge con su amado en el agua de la fuente y entran en su palacio encantado ¡La gruta de las Maravillas!

Y antes de ponerme sentimental, aquí os traigo un vídeo de youtube.

¡Bienvenidos a la Gruta de las Maravillas!